domingo, 26 de abril de 2009

La fortuna de ser RUDDY RODRÍGUEZ

La eterna "Niña Bonita" reestrena sobre las tablas Una mujer con suerte y en la pantalla chica asumirá el rol de vidente en la serie juvenil Qué clase de amor. La actriz, sin embargo, no deja su vida al azar

A sus 42 años, Ruddy Rodríguez tiene aún el rostro de la recordada Niña Bonita (la telenovela que la catapultó al estrellato criollo en 1988). Su cuerpo -sin signos aparentes de quirófano- sigue siendo el de una Chica Bond (rol con el que hizo su discreta incursión en Hollywood en la cinta The Living Daylights, de 1987). En persona, desborda la misma simpatía y el humor con los que se le ha visto delante de las cámaras. "Me gusta burlarme de mis propias metidas de pata, para no sentir que, en efecto, las metí", dice riendo. En estos momentos, la actriz se prepara para asumir, una vez más, el rol de Joannel, la protagonista de la comedia teatral Una mujer con suerte, un monólogo -a reestrenarse el próximo miércoles 29 de abril en Corp Banca- que le escribiera su hermano Romano Rodríguez. "El unipersonal tiene la ventaja de que, fácilmente, agarras tus 'cachachás' y lo presentas en cualquier parte del mundo; de hecho, con esta obra he visitado Los Ángeles, Miami, Ciudad de Panamá, Quito, Guayaquil, Bogotá, y, acá en Venezuela, he hecho varias giras nacionales. Ésta es la tercera".

La pieza versa sobre una fémina que, antes del fin de una relación sentimental, congela el semen de su marido con el objetivo de practicarse, a futuro, una inseminación artificial. El argumento permite consultarle su vínculo con la maternidad. "Sí, quiero ser mamá muy pronto", resume sin entrar en detalles. Actualmente -tal y como se reseñara en muchos medios locales- Ruddy está asumiendo su debut como productora ejecutiva de la película Venezzia (pronto en postproducción), que escribió junto al venezolano Edgar Ramírez y que protagoniza junto al mexicano Alfonso "Poncho" Herrera, ex integrante de RBD, bajo la dirección de Haik Gazarian, ex mánager de la artista.

Eso sin contar que no ha abandonado su rol como pequeña empresaria, gracias a Ruddy Rodríguez Cosméticos, compañía (con sede en el Centro Sambil) con la que recientemente llevó sus productos a Qatar y Siria (gracias al éxito de sus telenovelas por aquellos lares). Desde 1989, es una celebridad en la Hermana República, así como en otros países de Latinoamérica. Tiene un año viviendo, definitivamente, en Bogotá (según cuenta antes sólo iba y venía), junto a su actual pareja, el rejoneador Juan Rafael Restrepo. "Soy feliz", dice en alusión al referido romance. Próximamente, se le verá también en la nueva serie juvenil de Venevisión llamada Qué clase de amor, original de su amigo Benjamín Cohen, en donde tendrá una participación especial, durante cuatro capítulos, haciendo las veces de Aurora, una exótica vidente que predecirá la suerte de Stefanie, la antagonista de la historia (interpretada por la joven modelo Mayela Caldera). En definitiva, suerte no le ha faltado. Su fortuna es, pues, el punto de partida de esta conversación.

Más allá del tarot
¿Crees en la suerte?
"Suerte es una de mis palabras favoritas. Cada vez que algo bueno me sucede digo: '¡Qué suerte que se me dio!'. También uso mucho: '¡Qué éxito!'. Creo que la suerte se la hace uno mismo con la ayuda de Dios. No en vano la Biblia dice: 'Ayúdate que yo te ayudaré'".

¿A ti nunca te han leído el tarot como lo hace Aurora, tu personaje en Qué clase de amor?
"Jamás. Es que yo mi suerte no se la dejo al tarot ni al las piedras ni a la lectura del tabaco ni a la lectura del cigarrillo ni a menganito, que 'es un brujo buenísimo'. ¡Ojo! Respeto la verdad de cada quien. Tengo amigos católicos, evangélicos, santeros y 'brujildos'. Y es rico filosofar con ellos sobre nuestras creencias. El mejor ejemplo de tolerancia ha sido el Papa Juan Pablo II, que invitó a todas las religiones a unirse".

¿Y qué dice la cienciología de la suerte?
"La cienciología dice lo mismo que te acabo de comentar: tu suerte depende de ti. Entre otras cosas, tú decides si te amargas por las cosas negativas que te pasan o, simplemente, escoges ser feliz. Los cienciólogos somos seres humanos".

¿Alguien ha dicho lo contrario?
"Muchas veces, por ignorancia, se inventan muchas cosas sobre esta religión. Es mentira que comamos placenta o que seamos marcianos. Yo no tengo nada raro, ¿o sí? Mírame y dime (se comienza a desprender los restos de una capa de látex que tiene debajo de sus ojos)... No, ya va, estas arrugas son por el látex que me pusieron hoy para la película que estoy terminando (se refiere a su personaje en Venezzia). No vayas a poner: 'Ruddy está vieja' (risas)".

Pero sí tienes la suerte de Dorian Gray…
"(Risas) Así me dicen. No sé, para mí las arrugas y el espíritu van juntos. Si tú tienes tus cuentas saldadas, si no eres envidioso, si estás bien, eso se refleja en tu rostro. Así que antes de hacerse un 'arreglito' (se refiere a la cirugía estética) por fuera, más vale acomodarse por dentro".

Es decir, de momento, no te harías una cirugía estética…
"Hasta ahora no la he necesitado. Imagino que en algún momento lo haré. Pero estoy clara en que no voy a verme bien si no hago el bien".

¿Qué pasaría si te ofrecieran el papel de abuela en una telenovela? Tomando en cuenta los cánones de la edad que imperan en nuestra televisión… "Pues les digo: '¡Su abuela!' (risas). Te cuento que, en este momento, a escala internacional, las mujeres de 40 años son afortunadas en el mundo del espectáculo. ¿Sabes cuántas protagonistas de series exitosas tienen más de 40? Desperate Housewives, Grey's Anatomy, Sex & the City…".

Nada que ver con Niña Bonita…
"(Sonríe con nostalgia) Fue la primera protagonista con pelo corto. ¿Te acuerdas? Todavía mucha gente me dice así en la calle. Eso sí fue tremenda suerte: protagonizar una telenovela que se convirtiera en una referencia".

¿Otras que sean una referencia para ti?
"Cuando estaba separándome de mi anterior pareja, me ofrecieron La Ex en Colombia. Dime si eso no es terapéutico (risas). Me dije: 'estoy fregada, pero voy a pasar este duelo con humor'. Si nos vamos hacia atrás tengo que nombrar Amores de fin de siglo, de Leonardo Padrón, donde interpreté a Lejana San Miguel, una prostituta que hacía performances con música de Vinicio Adames y coreografías de Antonio Drija, un venezolano que ahora está en el Cirque Du Soleil. ¡Qué lujo!, ¿no?".

¿Algún galán con el que te sintieras privilegiada trabajando?
"El colombiano Víctor Mallarino en El Inútil. Antes de comenzar las grabaciones me dijo: 'Voy a luchar porque los protagonistas queden juntos'. Y yo le dije: 'Víctor, por favor, la telenovela se llama El Inútil, ¿cómo van a quedar juntos?'. Y tal fue la vuelta que le dio a su Mirando Zapata, que, en efecto, hizo que él y Rubiela, mi personaje, quedaran juntos al final. Además, Víctor me dirigió en Amas de casa desesperadas (la versión latina de Desperate Housewives que transmitió recientemente Televen) y eso también fue un lujo".

Otro galán que te venga a la mente…
"El peruano Diego Bertie en Amantes de luna llena (Venevisión, año 2000). Me dio uno de los regalos más bellos de mi vida: estábamos grabando una escena encima del tepuy Roraima y, en uno de los descansos, después de que yo había escuchado por primera vez el sonido del silencio, él se puso a entonar Music of the Night, del musical El fantasma de la ópera. El camarógrafo y yo nos pusimos a llorar de la emoción. Después de ese maravilloso momento le regalé un libro sobre Venezuela y, en las páginas del Roraima, le coloqué: 'En este lugar escuché por primera vez el sonido del silencio. Este es mi país'".

¿Cuál es la suerte del pueblo venezolano?
"Pues tenemos la fortuna de ser buenas personas, confiados y dicharacheros. Además, no somos doble cara. Pero, en definitiva, para correr con mejor suerte, tenemos que volver a unirnos. Estamos viviendo unos tiempos de 'Me miras feo y te pego un tiro'. Y la única oportunidad de salir adelante es la unión. Por otra parte, mientras no tengamos el sentido de pertenencia que tienen con sus países los mexicanos o los colombianos, no vamos a prosperar. Mientras no pensemos: 'esta playa es mía, esta calle es mía, por lo tanto botaré la basura en su lugar', no vamos para el baile. Mientras no asumamos una buena cultura de servicio tampoco. ¿Cómo es posible que uno entre a un establecimiento, diga 'buenas tardes' y tenga que repetirlo mil veces hasta que la persona diga 'buenas tardes'?".

¿Te ha pasado?, ¿no te piden un autógrafo más bien?
"En muchos casos no me reconocen y lo prefiero así. Porque no se trata de que yo piense que me merezco ser tratada por ser Ruddy Rodríguez, sino porque soy un ser humano. Tú vas a mi tienda y siempre serás tratado con un 'por favor', un 'hasta luego', un 'gracias'. En otro orden de ideas, acá tenemos la suerte de contar con los recursos para hacer un buen turismo, pero no lo hacemos. Teniendo uno de los mejores cafés del mundo no hemos inaugurado un museo del café, por ejemplo. No podemos seguir viviendo, exclusivamente, del 'chorro' de petróleo. También producimos el mejor cacao, tenemos unas camaroneras espectaculares y hasta el mejor ron, pero el mayor empuje siempre es el del sector petrolero. Tenemos unas fortunas que ya muchos países quisieran tener, pero… ¿estamos dispuestos a sacarles provecho? No lo sé".

¿Sientes que los colombianos son unidos? ¿Corrieron con esa suerte?
"Los colombianos tienen la suerte de levantarse después de grandes tragedias. Es un pueblo que tiene 40 años de guerrilla y sigue en pie. Y sí, está unido. Es la mejor prueba de que un país lo hace su gente".

Volviendo a Venezuela, ¿quedó atrás aquel rumor que te unía al presidente Hugo Chávez?
"Quedó atrás, pero vuelvo a repetírtelo: no tengo ninguna relación con el señor presidente. Lo que sí tengo son influencias para cambiar mi país. Y no sólo yo, las tiene cada uno de los venezolanos... siendo productivos. Ronald Hubbard (estadounidense fundador de la cienciología) dice: 'La productividad es la base de la moral', y tiene toda la razón. Porque mientras tú estés produciendo estás generando dinero, energía positiva y, sobre todo, no estás criticando al prójimo. Si, además de eso, te permites soñar y después hacer todo lo que esté a tu alcance para que tus sueños se hagan realidad, pues mejor".

Sueñas a la Miss World Venezuela que fuiste en el 85…
"Pana, es que el Miss Venezuela es otra suerte. Yo he visto trampolines y el Miss Venezuela (risas). Yo diría que ese certamen es, más bien, un tobogán con tirabuzones, por la oportunidad que representa para las que participamos allí, por el aprendizaje que nos deja. En la época del Miss Venezuela tenía lo mejor de los dos mundos porque venía de hacer teatro en Rajatabla. Y una vez que ya gozaba de cierto reconocimiento en televisión, el grupo me llamó para celebrar sus 15 años y asumir, en el teatro, el rol de Julieta en Romeo y Julieta. Y lo máximo que uno puede pedir, como actriz, es ser una heroína de ese talante, como Julieta, Sor Juana Inés de la Cruz o Manuela Sáenz".

En definitiva, ¿crees que naciste con buena estrella?
"Chamo, yo nací en El Conde y estudié en el liceo Antonio Guzmán Blanco, de El Paraíso. La buena estrella fui haciéndomela cuando descubrí quién era yo y lo que quería hacer con mi vida. Para mí, el orden correcto es: ser, hacer y tener. Lo demás es tener en cuenta que Dios siempre está presente y pedirles la bendición a tus papás".

Por Pablo Blanco. Fotos: Camilo Carvallo
/Eluniversal.com

viernes, 24 de abril de 2009

Participación especial de Ruddy en nueva telenovela Venezolana.

¡Qué Clase de Amor!” fué estrenada a través de la pantalla de Venevision el lunes 21 de Abril, en el horario de las 6 de la tarde. La serie juvenil que promete romper con los esquemas tradicionales propios de este tipo de género, está protagonizada por un novel elenco de figuras encabezados por Andrés Gómez y Aisha Stambouli, aupados por las actuaciones de Georgina Palacios, Mark Colina, Joan Manuel Larrad, Mayela Caldera, Carolina Muizzi, Vanessa Hidalgo, la primera actriz Rosalinda Serfaty y la participación especial de, Ruddy Rodríguez.
¡Qué Clase de Amor! contará seis historias de adolescentes llenos de sueños en busca del amor, aderezadas con hechos que giran alrededor de las locuras y rebeldías propias de la juventud con un divertido tono de comedia que hará reír a jóvenes y adultos, en una trama cargada de suspenso, drama, música y romance.
diariolavoz.net


domingo, 19 de abril de 2009

Ruddy vuelve a ser "Una mujer con suerte"

Desde el 1 de mayo y sólo por cuatro semanas Ruddy Rodríguez demuestra de nuevo las razones que la hacen "Una mujer con suerte", el interesante monólogo escrito por Romano Rodríguez para ella.
La exitosa actriz regresa al país para representar, en Corp Banca Centro Cultural, en una temporada que comienza el viernes 1 de mayo.

Esta obra, llena de humor e ironías, dotada de drama y sensibilidad, logra despertar en el espectador un cúmulo de sensaciones que van desde la risa ante las situaciones jocosas que cotidianamente suceden a todos, como a la reflexión ante hechos de la vida de los que ninguno escapa.

Cuenta la historia de Joanel, una mujer triunfadora y llena de cualidades y virtudes, a quien el destino la pone en el difícil dime de "qué hacer con el esperma de su marido" en un momento crucial y trascendental de su vida. De acuerdo con el dramaturgo, quien también dirige la puesta en escena, “Es exitosa, atractiva, brillante y tiene mucha suerte: ‘la hija preferida del rey de los Vikingos’. Lo de exitosa se lo debe a su inteligencia (ser mujer la ha ayudado un poco: hay unos cuantos hombres que reconocen el mérito indiscutible de la mujer acerca de la inteligencia)... Y no cabe duda: ella entra en el grupo de las que son más que caderas y cabellos...”.
Para la actriz, entretanto, el personaje presenta interesantes aristas. “Es atractiva pero, más que un regalo, ella considera ese don un castigo pues atractiva le ha creado muchos inconvenientes”. Y es cierto: recuerda los ataques del amante de su mejor amiga; las disfrazadas pretensiones del amigo de su esposo de "refugiarse" en esa amistad -o ¿en esa falda?-para aliviar "las penas del alma" y hasta una "agarrada" en medio de la calle, delante del público callejero y morboso que se emociona al verla ante esa indignante situación.
•De la buena fortuna
Para muchos, la suerte es algo con rasgos sobrenaturales: "Tener una estrella encima de la cabeza", para algunos, “…Nacer enmantillados”, para otros. Pero lo cierto, es que "la suerte" de Joanel, personaje central de este unipersonal, lo abarca todo: una holgada posición económica, un excelente trabajo, la admiración de la gente y un gran marido, responsable y previsivo. Tan previsivo que decidió guardar en la nevera su "esperma" por cualquier eventualidad lo que, al final, demostrará al mundo que, indiscutiblemente, ella es ....Una mujer con suerte.

Esta propuesta escénica, que conquista al público apoyada también en el formato ágil del montaje, cuenta además con la participación especial de Simón Pestana en la Voz de Erick, el esposo de la afortunada mujer; y de la primera actriz Manuelita Zelwer en la voz de la suegra de Joanel que, en la piel de Ruddy es también, y esencialmente, una chica brillante, con un fulgor que refleja lo que algunos llaman "suerte": tener todo lo que aspira de la vida, ser portadora de una sonrisa permanente en los labios, lograr lo que se propone, cumplir sueños y caprichos.

Cadena Global


Pruebas de Cámara con Ruddy Rodríguez

Pruebas de Cámara, Estudios Villa Del Cine, Caracas Enero 2009.

Ruddy Rodríguez es Venezzia
Venezzia, una hermosa y misteriosa mujer quien sufre de una extraña enfermedad en los ojos, vive desde hace muchos años encerrada en la casa de Salvatierra, en una loma frente al mar. Su matrimonio con Enrique es una pesadilla, pero no encuentra la determinación para dejarlo pues teme quedarse sola y abandonada. Cuando Frank y Venezzia se conocen surge entre ellos una atracción que intentan dominar, pero que al final es más fuerte que su voluntad. Los dos tendrán que decidir si dar rienda suelta a la pasión que los embarga, o contenerse y perder quizás la última oportunidad de darle un nuevo rumbo a su vida.

lunes, 13 de abril de 2009

Venezzia Teaser

Clip Primeras imágenes


Venezzia, una historia de amor enmarcada dentro de hechos históricos.

jueves, 2 de abril de 2009

"Venezzia" - Sinopsis

Venezzia, una historia de amor, enmarcada dentro
de hechos históricos.

Febrero 1942. Después del ataque de Pearl Harbor, los Estados Unidos entran en la Segunda Guerra Mundial a combatir contra las fuerzas del Eje. Como parte del programa de cooperación de ayuda y de inteligencia militar con países aliados, el Ejército Norte-Americano envía técnicos especializados a lugares tan aparentemente apartados de la guerra como el mar Caribe. Esto con el fin de alertar sobre la potencial presencia de submarinos alemanes U-Boats en la zona.

El técnico de comunicaciones neoyorquino Frank Moore (Alfonso Herrera), de madre latina y quien habla buen español, es asignado y enviado a un puesto de comunicaciones en el remoto pueblo de Puerto Miranda, a orillas del mar Caribe. Frank, un hombre de pocas palabras y con un pasado del que prefiere no hablar, llega por primera vez a Venezuela seguro de que pierde su tiempo en un paraje tan alejado del núcleo de la guerra. No imagina que allí en ese lugar tropical se cuece un plan de espionaje de los Nazis para golpear uno de los principales motores de la guerra: el abastecimiento de petróleo para los aliados. Mucho menos se imagina que su vida cambiará al conocer a Venezzia (Ruddy Rodríguez) la esposa de su comandante el Capitán Enrique Salvatierra (Rafael Romero).

Venezzia, una hermosa y misteriosa mujer quien sufre de una extraña enfermedad en los ojos, vive desde hace muchos años encerrada en la casa de Salvatierra, en una loma frente al mar. Su matrimonio con Enrique es una pesadilla, pero no encuentra la determinación para dejarlo pues teme quedarse sola y abandonada. Cuando Frank y Venezzia se conocen surge entre ellos una atracción que intentan dominar, pero que al final es más fuerte que su voluntad. Los dos tendrán que decidir si dar rienda suelta a la pasión que los embarga, o contenerse y perder quizás la última oportunidad de darle un nuevo rumbo a su vida.
Guión: Jörg Hiller, Edgar Ramírez, Valentina Rendón y Alberto Arvelo.
Historia Original de: Haik Gazarian.


Fuente: http://www.venezzia.net/